El dueño de los Clippers de Los Ángeles, Donald Sterling, ha vuelto a demostrar su dudosa catadura moral. Sus comentarios racistas, grabados y divulgados por la web TMZ.com, han puesto en pie de guerra al mundo del baloncesto y la propia NBA ha anunciado una investigación. Las aguas están turbias dentro de la franquicia de la que es dueño, los patrocinadores huyen despavoridos y dos organizaciones cercanas le dan la espalda sin paliativos.
Según la grabación obtenida por TMZ, Sterling le habría dicho a su actual compañera sentimental que le molestaba mucho que “divulgara sus relaciones con personas negras” y que lo único que le pedía era que “no los promociones (en los medios sociales)… y no los traigas a mis partidos”.
Los gestores del Staples Center también quisieron reflejar su sentir después de que las declaraciones grabadas en la cinta y difundidas por TMZ salpicara al estadio al ser el emplazamiento en el que Sterling supuestamente quería evitar la entrada a ciudadanos negros.
«Estamos profundamente consternados por estos comentarios molestos que van en contra de todo en lo que creemos en cuanto a una organización. Apoyamos a los jugadores, coaches, al resto del equipo y a los fans.
Estas últimas palabras son las que más revuelo han causado. Eso sí, han sido muchos los que no se han visto sorprendidos por las mismas dado el largo historial de comportamientos racistas y machistas que tiene tras de sí el impresentable dueño de los Clippers.
El racismo y el clasismo no son las únicas “virtudes” de Sterling, que también ha sido acusado de machista en reiteradas ocasiones y en particular, en el entorno laboral, incluidas demandas por acoso sexual de algunas de sus trabajadoras.
Hasta ahora, Sterling se ha librado de esas acusaciones pactando acuerdos, en algunos casos millonarios, para cerrar las demandas y consiguiendo que las mismas no alcanzaran demasiado eco mediático, un eco que, sin embargo, sí han tenido sus últimas declaraciones, pese a ser, en el fondo, menos graves que sus comportamientos previos.
Jugadores, técnicos y aficionados han salido a la palestra para condenar sus palabras. El sindicato de jugadores ha anunciado acciones, destacados ex jugadores y activistas por la igualdad de derechos han pedido a la liga que actúe y la NBA no ha tenido más remedio que emitir un comunicado en el que asegura que investigará la grabación de audio obtenidas por TMZ y que considera los comentarios que se escuchan en la misma “perturbadores y ofensivos”, aunque sin atreverse a atribuir la autoría de los mismos a Sterling hasta que no dispongan de más información.
Más claros han sido algunos jugadores como el ala-pívot de Indiana Pacers David West, que no ha dudado en recordar que Sterling “tiene un historial como intolerante y racista”. Ex jugadores como Magic Johnson ya han dicho que no volverán a asistir a un partido de los Clippers en tanto que Sterling siga siendo el dueño del equipo… y no ha sido el único.
Grave problema en el que ha metido el dueño de los Clippers a una liga en la que el color negro predomina en la pista y que, tras años luchando públicamente contra el racismo y la discriminación en todos los ámbitos, no parece tener más remedio que ofrecer una respuesta contundente a las palabras de uno de sus propietarios o quedar en evidencia. Aunque tal vez el problema sea haber tolerado esos mismos comportamientos de Sterling durante años.